lunes, septiembre 03, 2007

Un cuento de Lia

Cuentan que había una tierra muy rica gobernada por un Rey guerrero con fama de muy cruel. Era un personaje temido y causaba espanto a su paso.
De gran inteligencia,sumamente ingenioso le daba enorme importancia a la templanza y la imaginación. Quien posea esas virtudes no puede ser vencido, decía...
Cuando llegaba a su tierra, luego de una campaña existosa, reunía a los prisioneros capturados, los llevaba a una sala enorme y le ofrecía una opción para lograr su libertad: escapar tratando de evitar las flechas de los arqueros que se encontraban apostados en una esquina, o trasponer una enorme puerta ,ubicada en la otra esquina, que tenía grabadas cabezas ensangrentadas de antiguos prisioneros de otras campañas. Allí los hacía caminar en círculos, en tanto les decía, "Podeís escoger entre llegar a morir atravezados por las flechas de mis arqueros o pasar por aquella puerta donde los esperaré yo!.
Todos escogían el pasaje frente a los arqueros.
Al término de la guerra un soldado que había servido por mucho tiempo al Rey, le preguntó: Mi Señor, puedo haceros una pregunta?
-Dí soldado-
-¿Què había detrás de aquella puerta aterradora?
-Vé a cerciorate, dijo el Rey-
El soldado se acercó temerosamente la puerta, y percibió que a medida que la abría los rayos de sol iluminaban todo...
Al abrirla por completo, con enorme sorpresa el soldado vió que esa puerta, tan temida era el acceso a un camino que conducía a la libertad...
Deslumbrado, el soldado, escuchó entonces decir al Rey: Yo les daba la oportunidad pero ellos elegían morir a arriegarse a pasar por esa puerta...
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Cuántas puertas dejamos de abrir por miedo a arriesgar!
Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro porque no abrimos la puerta de nuestros sueños...
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Este cuento me permitio gentilmente editarlo Lia .

Rodolfo
09-07